COOPERATIVAS Y MINERÍA EN POTOSÍ
La minería en
Bolivia aporta un 4,5% al PBI y ocupa un 1,5% de la población. A pesar de estos
porcentajes, el sector minero es importante: contribuye a la entrada de
divisas, y al desarrollo del país, siendo las cooperativas una de las
asociaciones más fuertes y mejores organizadas que tiene Bolivia. Éstas se
diferencian de las empresas privadas por buscar fines sociales. Existen 2 tipos
de cooperativas: Las auríferas que trabajan a cielo abierto, con mayor
tecnología, inversiones, grandes yacimientos y son dueñas de sus concesiones; y
las tradicionales tienen otro tipo de organización con tecnología muy precaria
y explotan sólo minerales metálicos. La actividad minera se transmite a través
de la familia y en Potosí existen diferentes categorías de trabajadores, socios
y peones para la mina, de los cuales el 10% son mujeres, conocidas como
"Palliris". Para la extracción del mineral se comienza trabajando en
el interior de la mina, luego con la mecanización, la concentración, la
trituración, y la comercialización. Los
yacimientos que explotan las cooperativas son los que ya han sido explotados
durante bastante tiempo, y muchos de estos se encuentran casi agotados. Existen
grandes conflictos con la población por los recursos extinguidos, la pobreza,
las enfermedades provocadas por los materiales mineros, y las malas condiciones
de trabajo. Genera problemas al medio ambiente, ya que la flora, la fauna y los
sistemas acuáticos se encuentran afectados. La población trata de pedir ayuda y
se manifiesta con bloqueos, marchas, manifestaciones, etc. Con respecto al
estado, su deber es incentivar la minería chica, el desarrollo de las cooperativas,
y tener una constante participación para que haya mejoras en la producción,
eficiencia en la economía y en el manejo del medio ambiente.
En conclusión,
creemos que las cooperativas y las minas tienen “pro” y “contra”: Lo positivo
es que éstas trabajan unidas basándose en la igualdad de derechos, dejando de
lado privilegios por tener cierto grado de poder. Lo negativo es que traen
conflictos sociales, ambientales y económicos Además la participación del Estado
deja mucho que desear por no preocuparse y no controlar el trabajo de las
cooperativas mineras.
Abdala-Santero.
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