Las Minas de Potosí fueron un importante centro minero que
se encontraba en el cerro de Potosí en el Alto Perú, al sur de la ciudad de Potosí, en la
actual Bolivia. Fueron
consideradas las minas de plata más grandes de la historia y su descubrimiento
y conquista española inauguró el predominio de la plata en el Virreinato del
Perú.
Los conquistadores
españoles eligieron las minas para llevar a cabo una de las masacres más
grandes de Latinoamérica, ya que en ellas los conquistadores sometieron a los
indígenas a una explotación infrahumana. Los explotaban mediante el sistema de
trabajo llamado "mita", en el cual cada grupo de indígenas tenía que
aportar a la corona un número determinado de trabajadores durante varios meses
del año.
En vez de tratar la plata con carbón vegetal para reducirlo, lo
cual producía un gasto enorme de combustible con un rendimiento mediano, se lo
combinaba con mercurio, del cual se abastecía España en
sus minas de Almadén, y en América, con el yacimiento descubierto en Perú, en
Huancavélica. El mercurio dejó como consecuencia un paisaje afectado
negativamente a simple vista, y también efectos contaminantes que se fueron
notando con el tiempo.
La plata potosina fue vital para el
abastecimiento del capitalismo naciente de Europa, ya que todo mineral extraído
era enviado para allá.
La producción de
plata llegó a su punto máximo alrededor del año 1650, momento en el cual las
vetas empezaron a agotarse, y Potosí entró en un camino cuesta abajo del que no
pudo recuperarse jamás.
Hoy en día, en la
localidad de Potosí todavía se encuentran algunas minas con recursos, como el
estaño, el zinc, y hasta en algunas petróleo y gas, pero están en manos de
empresas transnacionales, uno de los principales problemas que se viene
instalando ya hace tiempo en Latinoamérica. A este problema se le suman las
pésimas condiciones en que trabajan los habitantes del lugar a quienes
contratan las empresas, y la contaminación que estas dejan.
Lamentablemente podemos
ver que la situación no ha cambiado mucho con el paso del tiempo, los recursos
minerales siguen estando en manos extranjeras y las personas que allí trabajan
siguen sometidas a condiciones indignas.
"La mina del diablo"
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